El ataque químico, especialmente por ácidos y lejías, se basa en complejos procesos y reacciones. Una consecuencia muy conocida es la severa corrosión de muchos aceros en agua salada. Sólo un encapsulado completo o aislamiento mediante un revestimiento de protección de gran resistencia, puede prevenir de forma duradera estos daños. Temperaturas elevadas y otras influencias son factores añadidos que ponen a prueba la calidad del revestimiento.
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